Al momento de comprar una nueva cámara fotográfica o un smartphone nos dejamos influenciar por la cantidad de megapixeles. Y es que existe una mala concepción de lo que son los megapixeles creyendo que estos nos ayudan a tomar mejores fotografías.
Uno de los factores que capta más nuestra atención al comprar una cámara son los megapixeles. Y es algo básico, creemos que mientras más, mejor; tener 3 megapixeles no es nada atractivo cuando puedes tener 15 megapixeles.
Gracias a ese numero terminamos asociando lo siguiente, mientras más megapixeles, mejores fotografías. Pero, ¿qué tan real es eso?
La verdad es que los megapixeles sólo ayudan a que tus fotografías tengan una mayor resolución, pero no significa que tu fotografía vaya a verse mejor.
Una mayor resolución significa que podrás imprimir tu imagen en grandes tamaños sin que la imagen pierda su calidad, es decir se vea pixelada. Aun así no implica que vaya a verse más bonita.
¿Cómo elegir una buena cámara fotográfica en tu smartphone?
Si quieres elegir el smartphone con la mejor cámara fotográfica, debes fijarte no en los megapixeles (pues para smartphones no necesitas hacer gigantografias), sino en el tamaño del sensor.
Los grandes fotógrafos dicen “sin luz no hay fotografía” y esa es la verdad. Si quieres fotografías sensacionales, deberás ver los sensores antes que los megapixeles.
¿Cómo seleccionar un buen un sensor?
Los sensores en las cámaras son los que tienen la capacidad de recibir la luz y plasmar la fotografía; es decir, mientras mas luz atrapen, mejor. Debes fijarte en los números que traen, usualmente los sensores los especifican con los siguientes números 1/1.7″, 1/1.6″, 1/2.5″, etc.
Para elegir el correcto solo debes seleccionar el sensor con el denominador mas bajo. Mientras mas bajo el número, mas grande el sensor y por ende atrapara mas luz, haciendo los pixeles mas grandes.
Esto hará que tus fotografías salgan mas claras y llamativas.
Ahora que ya sabes esto, podrás elegir tus cámaras fotográficas o smartphones de una manera mas crítica, sin dejarte guiar por la publicidad.