Hoy en día el contenido visual está por todos lados. Video-juegos, películas, pantallas LED para publicidad, puedes encontrar contenido animado en todos lados. Si estás pensando ingresar en un estudio de animación, o quieres asegurarte si la animación es lo tuyo, hoy te ayudaré a aclarar un poco tu mente.
Algunas de las habilidades necesarias para ser un animador, o artista multimedia, son innatas. Un buen animador tiene la capacidad de ver cómo se mueven las cosas o las personas, y puede recrear ese movimiento en sus trabajos.

Existen decenas de técnicas innovadoras o tendencias en el mundo de la animación, pero hay cosas que nunca cambian, y que todos los animadores deben dominar. Aquí hay un vistazo de las clases que puedes encontrar en un programa de animación.
- Clases de arte y diseño que desarrollan las habilidades de dibujo e ilustración.
- Instrucción en danza, expresión y coreografía para ayudar a comprender el movimiento.
- Clases de producción, música y narrativa para mejorar las habilidades de contar historias.
- Clases para el manejo del software de animación.
¿Qué tipo de trabajo puedes conseguir con un título de animador?
Las habilidades y los conocimientos necesarios para convertirse en buen animador pueden variar, pues la industria tiene muchas necesidades. La animación 3D está en todos lados, desde películas y efectos especiales, hasta mapeo 3D y publicidad.

Entonces, ¿qué puedes hacer con un título en animación? Tienes una amplia gama de posibilidades, pero aquí están algunas ideas:
- Cine, TV o Publicidad: corporaciones como Disney, Pixar y Dreamworks utilizan animadores para muchas cosas, incluida la animación tradicional, la animación stop-motion y las imágenes generadas por computadora.
- Videojuegos: la industria de los videojuegos es un gran empleador de animadores, y compañías como Electronic Arts y Nintendo emplean a miles de personas.
- Derecho, Medicina o Ejército: Sonará extraño, pero los animadores pueden especializarse en recrear escenas del crimen o trabajar en equipo diseñando simuladores para procedimientos médicos o militares
Muchos animadores trabajan en oficinas de producción o compañías cinematográficas, pero según la Oficina de Estadísticas Laborales, casi el 60% de los animadores trabajan por cuenta propia.
Aunque algunos eligen establecerse en ciudades con industrias cinematográficas prósperas, otros prefieren trabajar de manera más remota.

Razones por las que deberías aprender animación
1- Podrás hacer ilustraciones increíbles
Al principio de la animación, las técnicas de ilustración convencionales y el arte dibujado eran todo lo que sabíamos. Hoy las herramientas 3D han cambiado la mayor parte del mercado de trabajo de ilustración.
Este tipo de trabajo ilustrado es mucho más rápido, más económico para tus clientes, y te ofrece la posibilidad de crear resultados fantásticos.
2- Deseas crear personajes animados.
Aunque la animación clásica todavía existe aquí y allá, la animación 3D es ahora una de las tendencias más importantes de la industria. Crear personajes increíbles y creíbles requiere creatividad, pero también habilidades técnicas serias.
3- Quieres trabajar en películas de Disney Pixar

No es un secreto para nadie que la animación 3D juega un papel importante en la realización de películas. Los guiones gráficos a menudo siguen siendo el primer paso para hacer una película, pero después de eso, los equipos de animadores 3D se hacen cargo.
4- Podrás diseñar presentaciones multimedia
Todos los empleados corporativos, consultores y CEO de hoy deben poder presentar sus ideas a los demás de una manera atractiva. Con la animación 3D puedes crear infografías y libros electrónicos exclusivos, o crear gráficos animados y videos tutoriales para sitios web.
5- Podrás diseñar juegos
Si deseas crear nuevos juegos, debes estudiar en un estudio de grabación. Los diseñadores de juegos de hoy en día dominan las herramientas de animación 3D como 3ds Max y Maya.
6- Quieres crear efectos especiales

Aunque muchos directores prefieren no usar la animación para sus efectos especiales, es cierto que la animación 3D puede ayudar y mucho. Para crear efectos visuales (VFX) realistas y emocionantes, necesitas saber cómo combinar imágenes de acción en vivo e imágenes generadas por computadora.
7- Quieres trabajar en broadcast y motion graphics
Si deseas producir créditos, aperturas y otras escenas para transmitir, necesitas aprender animación en 3D.
8- Deseas trabajar en diseño industrial
Es imposible trabajar en el diseño industrial y de productos sin conocer las herramientas de animación 3D. Básicamente debes crear una versión computarizada del empaque de un producto antes de crearlo en la vida real.
La mejor escuela de animación para ti

En Internet puedes encontrar cientos de cursos, tutoriales, academias o guías, y cada una parece ser mejor que la otra. Si quieres comenzar a conocer más de este mundo, esta es una alternativa gratis, así te aseguras si la animación es lo tuyo o no.
Por otro lado, si consideras que ya estás listo para una escuela de animación, puedes apuntarte en la escuela CES. Aquí contarás con el apoyo de un equipo que tiene más de 30 años de experiencia en el área de audiovisuales.
Si decides apuntarte, podrás certificarte como Técnico Superior en Animaciones 3D, Juegos y Entornos Interactivos. Podrás formarte como un técnico en animación 3D, además de profundizar en otras áreas profesionales como el trabajo en equipo y el ojo crítico.
Si no puedes asistir a las clases presenciales, la escuela CES también te ofrece el certificado como Técnico Superior en Animaciones 3D, Juegos y Entornos Interactivos Online. Esta modalidad te ofrece varias ventajas, como un horario más flexible y un coste más accesible.

Aunque Internet puede ofrecerte ciento de material gratuito, jamás se comparará con clases presenciales impartidas por un profesional. Si estás interesado en la animación, puedes comenzar a practicar con guías y tutoriales gratuitos.
Pero una vez estés algo avanzado, no viene mal hacer en una inversión a futuro y certificarte como un animador profesional en un estudio de animación.